Las crónicas previas hablaban de un derbi de primera que se disputaba en segunda. Un partido donde más que luchar por los tres puntos, se buscaba ser la cabeza del fútbol gallego.
Un encuentro que fue intenso como se merecía. Y el Deportivo se impuso por dos goles a uno ante el Celta de Vigo. La tensión no sólo se palpaba en el césped. Y es que en hasta en la grada llegó a haber fuego, literalmente. El arbitro tuvo que detener el partido por culpa de las bengalas.
El equipo local se dedicó los primeros minutos a acomodarse en el terreno de juego, mientras que el Celta traía a su espalda 4 triunfos consecutivos y una tercera posición en la clasificación muy afianzada. Como añadido, el equipo viguese se había alzado con dos victorias en sus dos últimas visitas a Riazor.
Una interesante primera mitad de los locales marcada por la veteranía de Valerón. El canario, junto con Laure, fueron los creadores de una combinación que terminó con la llegada del primer gol del equipo anfitrión. Tras esa obra, Riki tocó de tacón, y con la ayuda final del rival, Jonathan Vila, en propia puerta llegó el primer gol. Era el minuto 4.
El resto del primer tiempo dominó el Celta, que pagó caro su error y que no consiguió culminar ninguna de sus acciones. Aranzubía fue protagonista en dos ocasiones claras, donde dos manos extraordinarias evitaron el gol de los visitantes. El Celta continuaba presionando.
Sin embargo, poco le duró la alegría al Celta. Dos minutos después, Orellana pierde un balón en el centro del campo. En ese momento, Lassad atrapa el balón y, sin más contemplación, lo envía a la escuadra de la portería de Yoel sentenciando así el gran derbi gallego de la décimo tercera jornada de la Liga Adelante.
De esta forma, ambos conjuntos se colocan igualados a 23 puntos, a 5 del líder alicantino el Hércules.
Una cronica de primera para un partido de primera!!
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