La final de la Copa Davis entre España y Argentina se jugará entre el 2 y 4 de diciembre en Sevilla. Así se lo propuso el pasado 5 de octubre la Real Federación Española de Tenis (RFET) a la Federación Internacional (ITF).
Valencia era otra de las posibles candidatas. Sin embargo, la RFET explicó que Sevilla fue la única que cumplía con las condiciones necesarias, entre ellas el apoyo del gobierno de la ciudad. El presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET), José Luis Escañuela, tras la disconformidad de la Federación Valenciana, afirmó que la elección de Sevilla como sede de la final es "firme" y está "cerrada", aunque también ha agradecido el "interés" y "esfuerzo" de Valencia por albergarla.
Pero el debate no había hecho nada más que comenzar. A través de una carta de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, el consejero Luciano Alonso hizo saber al Ayuntamiento de Sevilla que "el Gobierno autonómico no patrocinará la celebración". Asimismo, la Junta señala que debido a la “actual coyuntura y con las condiciones que impone la Federación Española de tenis” no es posible “afrontar con dinero público el gasto derivado de la celebración del evento” y menos “sin que el nombre de Andalucía aparezca al menos en el ‘tiro de cámara’ de retransmisión de los partidos”, como también ocurrió en las semifinales disputadas en Córdoba.
La final se disputará en el Estadio de La Cartuja, que ya en 2004 acogió la final España-EE.UU y que valió la segunda Copa Davis para España. El hecho supuso la consagración definitiva de Rafa Nadal y la culminación de Carlos Moyá, ganador de dos puntos en aquel momento.
En esta ocasión y bajo el lema de Sevilla, ciudad talismán, el Ayuntamiento de Sevilla se ha volcado con la candidatura, avalando el pago del canon de 1.200.000 euros, dentro de un presupuesto total de 2,5 millones de euros. En un principio y por problemas técnicos se descartó la utilización de la Plaza de Toros de la Real Maestranza, con 11.500 espectadores de capacidad. Y es que el Estadio Olímpico ofrece una capacidad de público superior a los 20.000 espectadores, probablemente entre 22 y 24.000, superando con creces la capacidad de público ofrecida por Valencia. De esta forma, el respaldo de las fuerzas sociales de Sevilla ha sido masivo, no así el del Gobierno andaluz.
De igual manera, se resalta que la final dejaría 35 millones de euros, a pesar de que la Cámara de Comercio cifró en 30 millones de euros los beneficios que obtendría la ciudad por la organización de la final, la RFET ha señalado que serían 5 millones más. Una cantidad aproximada a la que recaudó Barcelona con la final de 2009.
Vídeo promocional para la candidatura de Sevilla como sede de la final de la Copa Davis.
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