Ya sea la revolución tecnológica, hablar de sociedad del ocio o tratarse de una alternativa de evasión para las masas. El deporte se ha convertido hoy día en un fenómeno mediático. Un apartado que, independientemente del medio de comunicación del que hablemos, jamás podría descartarse y sin el cual muchos dejaría de existir.
Sin embargo, este hecho está sometido al factor empresarial. De esta forma, el deporte ha transcendido y se ha convertido en industria, que se regirá por se regirá por unas reglas sometidas, cada vez más, a los dictados de la televisión y la publicidad. Es la ley de mercado.
Actualmente, se atiende a una continua mercantilización del deporte fundamentada en la subordinación progresiva de las federaciones deportivas y clubes a las televisiones, promotores y agentes. Y a esto hace referencia Rocío Moldes Farelo en su artículo 'Cuando batir el Récord es secundario: Deporte Espéctaculo'.
Estas fuertes influencias han nacido cuando los medios desbordaron en el marco conocido como información deportiva para comenzar a ser los protagonistas o coautores del deporte con las transmisiones en directo. Así, han adquirido un papel vital en las nuevas formas culturales de deporte. Sin duda, se ha convertido en un fenómeno complejo, apasionante y muy relevante en la sociedad contemporánea. Una actividad originaria de tensiones entre la población, preocupada por el enaltecimiento a aquellos que ahora se creen dioses. Como consecuencia de ello, se ignoran los aspectos relevantes, educativos y esenciales del deporte.
A estas cuestiones hace referencia el Libro BlancoSobre el Deporte, creado por la Comisión Europea con el objetivo de proporcionar orientación estratégica sobre el papel del deporte en la Unión Europea. En él se define el deporte como “un fenómeno social y económico en expansión que contribuye en gran medida a los objetivos estratégicos de solidaridad y prosperidad de la Unión Europea” y, que busca “promover la paz y el entendimiento entre las naciones y culturas, así como la educación de los jóvenes”. Palabras que se han desplazado a un segundo plano para atender a factores económicos.
No obstante, en su dimensión mediática, se trata de una comunicación rentable que posee una fuerte capacidad comunicativa. La progresiva demanda de información y entretenimiento hace que se convierta en un espectáculo, en una relajación, una diversión, una aventura y, en definitiva, en un producto masivo.
En su libro 'Deporte y Comunicación', Antonio Alcoba analiza que “ el deporte, en un mundo agitado por la violencia y la crisis económica e incluso de crisis moral y espiritual, se convierte en una de las escasas salidas de expansión con la que cuenta la humanidad. Las empresas periodísticas se han dado cuenta de ello y procuran que el deporte sea la expansión que sirva para arrancar de sus múltiples preocupaciones a millones de seres angustiados por los problemas cotidianos...”
Fuentes:
Libro 'Deporte y Comunicación', Antonio Alcoba
Artículo 'Cuando batir el Récord es secundario: Deporte Espéctaculo', Rocío Moldes Farelo
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